El tequila.
Originario de los azules campos de jalisco , le ha dado fama mundial a nuestro país y se ha colocado como uno
de los grandes embajadores de la cultura mexicana.
Considerado por muchos como una de las bebidas alcohólicas mejor
manufacturadas del mundo, el tequila posee un proceso de elaboración
-con normas de calidad sumamente estrictas- casi tan interesante como su
sabor. Éste se obtiene de la fermentación con levadura y destilación de
los jugos de agave azul, a partir de la cocción de las
cabezas del agave, las cuales deben tener entre seis y diez años de
maduración y que posteriormente son depositados en barricas de madera.
El tequila se comenzó a producir a mediados del siglo XVII en una hacienda llamada Cuisillo,
y hoy en día existen alrededor de 160 marcas y 12 haciendas que lo
producen, dando vida a uno de los productos mexicanos más demandados en
el extranjero, el cual posee la prestigiosa etiqueta de denominación de
origen.
El mezcal.
Cuenta la leyenda que un estrepitoso rayo cayó sobre una planta de agave,
abriendo y cociendo su centro. Desde la lejanía, los nativos
percibieron el penetrante aroma del néctar que emanaba y bebieron con
temor el líquido, obsequiado por sus deidades. Así, según el mito, nace
el mezcal, elegido por nuestros usuarios como la
segunda bebida más representativa de México, la cual recibía la
connotación de “llegada del cielo”.
Sin embargo, no fue sino hasta el siglo XVI (cuando los españoles
introdujeron el proceso de destilación -legado de los árabes-), que en
México comenzaron a fabricarse y beberse alcoholes destilados. Dentro de éstos, el mezcal.
El tepache.
Esta bebida de penetrante sabor, producida a partir de la fermentación de los azúcares de alguna fruta –en especial de la piña-, fue elegida en el quinto puesto por nuestros usuarios en redes sociales.
La palabra tepache procede del náhuatl “tepiatl”,
vocablo que significa bebida de maíz debido a que, anteriormente –y
actualmente en algunas comunidades indígenas-, era elaborada a partir de
la fermentación de la masa de este cereal en agua y que incluso era
utilizada para algunos cultos mayas. En el norte de México, es conocido
como “Tesgüino” el cual es utilizado para motivos religiosos por los
rarámuri o tarahuamaras, mientras que en el sur recibe el nombre de
Pozol, reconocido por sus propiedades medicinales.
El pulque.
La tradición y la mística que rodea al pulque u octli,
la bebida más tradicional del centro de México, surgen de la mitología
de la época prehispánica. Este líquido de color blanco y gusto áspero
era considerado como un manjar de carácter religioso que sólo podía ser
consumido por personas mayores de 52 años y en ocasiones especiales.
El mito describe que el tlacuache -héroe que
anteriormente había robado el fuego- también fue quien regaló a los
hombres el secreto de la elaboración del pulque. Conocido como el primer
borracho, el tlacuache descubrió los efectos del aguamiel fermentado y le enseñó a la humanidad a prepararlo. Dentro de la cosmogonía azteca, Tezcatzóncatl era el dios del vino (o pulque), el cual tenía a 400 sacerdotes consagrados a él.
Hoy el pulque es muy consumido entre las comunidades
rurales que conservan los plantíos de magueyes, heredados por sus
ancestros, siendo el producido en Apan el más famoso
del país. Desde tiempos de la Colonia, esta bebida se vende y se consume
en pulquerías, las cuales han formado parte de las descripciones de
costumbristas e historiadores que relatan el folklor y la tradición que
rodea a esta bebida que, antiguamente, era un placer ¡sólo disfrutable
para los ancianos!
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